Gregor Mendel

Gregor Johann Mendel (20 de julio de 18221 -6 de enero de 1884) fue un monje agustino católico y naturalista nacido en Heinzendorf, Austria (actual Hynčice, distrito Nový Jičín, República Checa) quien descubrió, por medio de los trabajos que llevó a cabo con diferentes variedades del guisante o arveja (Pisum sativum), las hoy llamadas leyes de Mendel que dieron origen a la herencia genética. 


Los primeros trabajos en genética fueron realizados por Mendel. Inicialmente efectuó cruces de semillas, las cuales se particularizaron por salir de diferentes estilos y algunas de su misma forma. En sus resultados encontró caracteres, los cuales, según el alelo sea dominante o recesivo, pueden expresarse de distintas maneras. Los alelos dominantes, se caracterizan por determinar el efecto de un gen y los recesivos por no tener efecto genético (dígase, expresión) sobre un fenotipo heterocigótico.


Su trabajo no fue valorado cuando lo publicó en el año 1865. Hugo de Vries, botánico neerlandés, Carl Correns y Erich von Tschermak redescubrieron por separado las leyes de Mendel en el año 1900.2 William Bateson acuñó varios términos hoy esenciales como "genética" (término que utilizó para solicitar el primer instituto para el estudio de esta ciencia), "alelo" extendiendo las leyes de Mendel a la Zoología.


Un monje austriaco desarrolló en 1865 los principios fundamentales de lo que hoy conocemos como “genética”. Gregor Mendel demostró que las características heredables son aportadas mediante unidades discretas que se heredan por separado. Estas unidades discretas, que Mendel llamó “elemente”, se conocen hoy como genes.


Gregor Mendel siempre fue muy observador. A pesar de su formación religiosa, el científico que había en el reparaba en detalles que a sus pares a menudo se le pasaban por alto. Gran amante de la naturaleza, gustaba de dar largas caminatas por los alrededores del monasterio. Quizás todos estos factores hicieran inevitables que comenzase a notar sutiles variaciones en las plantas que veía en sus derroteros. Fue así como en uno de sus paseos se encontró una variedad extraña de una planta ornamental que era muy común por aquellos lugares.

Mendel no pudo más que preguntarse como era posible que esa planta hubiese obtenido esas características irregulares. Sin dudarlo, Gregor tomó esa planta anómala y la llevo consigo, para plantarla al lado de un ejemplar de la variedad normal. Sin saberlo, este pequeño experimento que llevaba a cabo en 1856 seria el que despertaría en el su gran capacidad de investigador. En esa época ya se sabía que para obtener una nueva planta la flor de una debía ser polinizada con el polen de otra. Por supuesto, nadie había estudiado en profundidad las implicaciones de este mecanism. Gregor dedicó los cinco años siguientes a la botánica.

Mantuvo un pequeño jardín en monasterio, en el que tenia una gran variedad de plantas fertilizadas artificialmente. De forma rutinaria cruzaba una con otras, e iba anotando los resultados de sus experimentos. La primera fase de su análisis consistió en la obtención, mediante cultivos convencionales previos, de líneas puras de cada planta. Esto le proporciono una gran variedad de semillas para experimentar.



Las tres leyes de Mendel Las conclusiones obtenidas por Mendel luego de años de trabajos en su jardín y de miles de cruzas realizadas, pueden resumirse en sus tres leyes:

La primera ley, también llamada "Ley de la uniformidad de los híbridos de la primera generación", enuncia que “cuando se cruzan dos individuos de idéntica especie correspondientes a dos líneas puras y que difieren en el aspecto que presenta un mismo carácter, los descendientes muestran una homogeneidad en la característica estudiada y todos heredan el carácter de uno de los progenitores (llamado “factor dominante”), mientras que el del otro parece haberse perdido, o bien, presentan un rasgo intermedio entre los dos de los padres.”. En el último caso, se dice que hay “codominancia”.

La segunda ley, conocida como "Ley de la separación o disyunción de los alelos", nos dice que los factores hereditarios (mas tarde llamados genes) constituyen unidades independientes, que se transfieren de una generación a otra sin sufrir modificación alguna. Al cruzar entre sí los descendientes obtenidos de la reproducción de dos líneas puras, se observa que el carácter recesivo (el que no se manifiesta), transmitido por uno de los progenitores, se hace patente en la segunda generación filial en la proporción de ¼. Esto implica que el carácter dominante se da en las 3/4 partes de los descendientes. Cada pareja de genes que determinan el carácter estudiado y que se hallan presentes en un determinado individuo se separan y al formarse las células reproductoras se combinan al azar.

La tercera ley, llamada "Ley de la independencia de los caracteres no antagónicos", afirma que cada carácter es heredado con total independencia de los restantes caracteres. Mendel debió cruzó plantas que diferían en dos caracteres (dihíbridos) y cuyo genotipo era, por ejemplo, AaBb para llegar a esta conclusión. Al formarse las células reproductoras, se originan cuatro tipos distintos (AB, Ab, aB y ab), que se combinarán de todas formas posibles con los mismos tipos del otro individuo. En total se obtienen 16 genotipos posibles.

Como suele ocurrir en estos casos, los trabajos de Mendel estaban años por delante de los de sus colegas. De hecho, la mayoría de los científicos de la época no se habían siquiera planteado las preguntas que se hizo Mendel durante sus paseos por el monasterio. Como consecuencia de ello, y a pesar de haber demostrado con pruebas concretas la real de la existencia de genes ya en 1866 (año en que publicó sus resultados en las memorias de la Sociedad de naturalistas de Brünn, con el título “Ensayos sobre los híbridos vegetales”), no trabajo fue reconocido durante su vida.

Referencias[editar]

  1. Volver arriba↑https://es.wikipedia.org/wiki/Gregor_Mendel
  2. http://www.neoteo.com/gregor-mendel-el-padre-de-la-genetica





0 responses to “Gregor Mendel ”

Leave a Reply